Víctimas, pero de verdad

Dar de lactar es un derecho

          Un derecho de toda madre, reconocido por la Asociación Española de PEDiatría (AEPED), donde su Comité de lactancia materna  dice estar creado para la promoción y la protección de la lactancia materna, ya que ellos, los pediatras, tienen «[…] una gran responsabilidad en la protección y promoción de la lactancia materna, pieza clave, considerada el método óptimo de alimentación infantil, por sus ventajas nutricionales, emocionales e inmunológicas, y la forma natural de alimentar a los bebés. Por todo ello, trabajar para aumentar las tasas de lactancia contribuirá, de forma inequívoca, a mejorar la salud materno-infantil«. Además, enumeran una serie de objetivos que llevar a cabo entre los profesionales de este campo, como son; el aumento en la duración de la lactancia, el cumplimiento de las recomendaciones de la OMS e UNICEF «[…] respecto a los derechos de la infancia y a la promoción y apoyo a la lactancia materna como un bien esencial en la salud pública«, colaborar con otros grupos de apoyo a la lactancia  y en la formación y difusión entre los pediatras, etc. Pero hay un punto clave para mi y es el de  «Contribuir a que las madres que deciden amamantar reciban por parte de los pediatras apoyo y ayuda eficaz en el inicio y mantenimiento de la lactancia. Y en caso de problemas de lactancia, los pediatras realicen un diagnóstico y tratamiento correctos.»

          Partiendo de esta premisa, el señor José María González Cano, pediatra del Hospital General de Castellón, anterior Jefe de Servicio (según el hospital, en su comunicado en la web Change.org, desde julio de 2014 yo no ocupa dicho cargo, aunque se rumorea que eso ha sido hace un par de días) y autor del polémico libro `Víctimas de la lactancia materna. ¡Ni dogmatismos ni trincheras!´, no sé que clase de trabajo para el apoyo y la ayuda eficaz para el mantenimiento de la lactancia dará cuando no cree conveniente que ésta supere los 4 meses de vida de los bebés.

Todas juntas

          No escribo este post para contar las maravillas que aporta la lactancia materna al bebé (ya sean alimenticias, afectivas o inmunológicas), porque de eso ya sabemos todas mucho. Tampoco escribo para contar lo contenta que estoy con mi lactancia y lo feliz y rechonchete que está Pollito (¿desnutrido?). Ni para decir que no me siento esclava y dudo mucho que él se sienta víctima de la tetita.

           Escribo porque creo que es mi derecho, mi derecho como madre a la cual le ha costado mucho trabajo llegar hasta aquí (debido a tres mastitis que pasé durante el primer mes y medio de vida de mi hijo), escribo por todas aquellas madres a las que les hubiera encantado dar de mamar pero no han podido, por aquellas que por no tener suficiente información, por sentirse solas, por padecer (en silencio) dolores asociados a la LM, porque sus redes sociales las instaron a abandonar… por todas ellas, cuyos hijos se han criado con leche artificial o con lactancia mixta, porque son unas valientes, porque lucharon, porque sufrieron y porque no se merecen que profesionales como este señor sigan en el camino de la no-promoción de la lactancia materna. Escribo, más allá del libro, para que ningún pediatra/matrona deje sola a ninguna mujer. ¡Nos tenéis que cuidar, cuidar mucho! Porque nosotras somos las verdaderas víctimas.

           Ninguna somos «malas madres» y nunca permitáis que nadie os diga lo contrario. Somos madres y punto, y deberíamos estar unidas. Porque ya sea con colecho o en cunas, todas tenemos sueño las noches que nuestros pequeños se encuentran mal. Porque ya sea porteando o en carritos, todas paseamos con nuestros hijos por la calle. Porque ya sea con pañales desechables o de tela, a todas nos toca frotar la ropa de cacas escurridizas. Porque ya sea comiendo sólidos o purés, todas alimentamos con fruta y verduras a nuestros retoños. Porque ya sea en biberón o con la teta, todas, pero todas disfrutamos viendo comer a los bebés, les cantamos, les sonreímos y les mecemos. ¡Somos unas madres maravillosas!

La tetada

          Me entero, por una amiga, que en Facebook se ha organizado una quedada para mostrar nuestro rechazo a esta publicación, para hoy, día en que el escritor iba a presentar su libro en una conocida librería de Castellón. Y sin tan siquiera ver el evento creado (el cual han llamado «Tetada-Biberonada (voluntaria) a favor de la lactancia prolongada «), me presento a la hora acordada. No se ve movimiento., pero al rato comienzan a aparecer algunas madres, indecisas y muertas de frío, algunas con sus pequeños, otras solas. Pero pocas, muy pocas. Con la excusa del frío y de los muchos bebés que en esta época están malitos, nos plantamos un par de decenas y ya. Nadie más. No logro distinguir ninguna cara de las asociaciones de promoción de la lactancia materna que conozco, no veo a ningún profesional sanitario, tan solo un par de fotógrafos y alguna periodista. Y aquí nos tenéis, «cuatro gatos» luchando por defender nuestro derecho a amamantar.

    

(Se nos ve en la acera de enfrente a la biblioteca)

          ¿Qué ocurre en Castellón?, ¿acaso a nadie le interesa que se haya publicado un libro de este impacto social?, ¿tenemos tanto miedo de salir a la calle?. Espero que no, que de verdad el temporal haya podido con vosotras, pero que estéis dispuestas a seguir luchando para la retirada del libro o la corrección del mismo según las recomendaciones de la OMS sobre LM.

¿Y él?, ¿de verdad ha cancelado la presentación de su libro?

          Pues no, allí estaba el doctor, firmando el libro a otras madres, «cuatro gatas» también. Y me he dicho a mi misma que tenía que conocerlo, que tenía que ver en primera persona a ese señor que me tacha de aportarle carencias nutricionales a mi hijo por haber pasado más de cuatro meses amamantándolo.

          He entrado en la biblioteca, me he acercado a él, y otro señor (desconozco quién, pero me encantaría saberlo) le estaba diciendo, a sabiendas que yo les escuchaba, que no se preocupara porque sólo éramos unas pocas mujeres haciendo el ridículo. Y he tenido que corregirle: `pasando frío si, haciendo el ridículo ya se verá´. Y ha sido la chispa para que este señor se encendiera y empezara su verborrea sobre que éramos peor que en la inquisición y que no sabía qué hacíamos ahí fuera. `¡¿Me está diciendo que porque un grupo de madres se junten, pacíficamente, para defender algo en lo que no creen es peor que en la época de la inquisición?!´ y José María ha tenido que parar a su ¿amigo?, que estaba a punto de contestarme (vete tu a saber qué barbaridad más). Entonces, se me ha quedado mirando y me ha preguntado:`¿has leído mi libro?´ y con toda sinceridad he respondido: `no, no he tenido el «gusto»´, `pues cuando te lo leas, me darás la razón´, (lo dudo mucho).  Entre medias se ha acercado a una mujer que estaba en la caja y le ha dicho que la presentación estaba cancelada, pero que le firmaría el libro… ¡Qué casualidad!, justo el día que era la presentación, cancelada por supuesto, estaba el escritor en la librería (¿por coincidencia del destino?) para firmar algún libro que otro… Por último, le he dicho que yo no me sentía víctima de la lactancia, y su acompañante me ha mirado fijamente y señalando a mi hijo me ha dicho: `Tu no, pero él si´. En ese mismo momento una periodista, de las que estaba fuera, se ha dirigido a José María para preguntarle por su libro, si haría la presentación. Y él seguía repitiendo que la presentación no se iba a celebrar (se ve que simplemente pasaba por allí…), y tranquilamente se han marchado para el fondo de la librería.

          Y es que como dice mi madres: `ningún médico saldría diciendo que el tabaco bueno, aunque mucha gente siga fumando´. Pues señoras y señores, tampoco la LM es mala (aunque muchos niños se críen con biberones). Lo injustificable es injustificable.

(Si quieres ver la cola que ha ido trayendo este señor pincha aquí)